Vacaciones. Una hermosa palabra que muchas veces no existe en el vocabulario de un emprendedor. Déjate de las semanas completas de vacaciones que tenías cuando estudiabas; un día o dos fuera de la oficina suena a una locura descabellada e impensable. ¿Cómo sobrevivirá mi negocio si yo no estoy? ¿Qué harán mis empleados en mi ausencia? ¿Qué pasa si un cliente me busca y pierdo una oportunidad por estar fuera de su alcance?
La realidad es que todos sobrevivirán; tú, tu negocio, tu equipo y tus clientes. Y también es cierto que tanto tú como tus colaboradores necesitan alejarse un tiempo del trabajo para pensar y hacer las cosas que les apasionan. Así que si ya te convencimos de darte unas breves vacaciones de fin de año (aunque no puedas irte a una playa), toma nota de 10 cosas que no debes dejar de hacer:
Sí, suena obvio, pero lo más seguro es que durante los primeros meses de tu negocio hayas descuidado hasta las relaciones más cercanas y gratificantes. Estos días dales tiempo de calidad y olvídate de tu laptop y celular. Aprovecha que la ciudad está medio vacía para ir a parques o a los lugares que tu pareja, padres o hijos han querido ir todo el año.
Tampoco olvides a tus mejores amigos; ésos que han estado contigo en las buenas y en las malas. Llámales y organiza una reunión con ellos. Notarás cuánto te hacía falta reírte y tomarte unos tragos con personas que te quieren y en las que confías.
Las exigencias y obligaciones del día a día hacen que olvidemos las cosas que más disfrutamos. Si eres un apasionado de la lectura, aprovecha esta temporada para leer aquel libro que tenías en espera en tu repisa o que un buen amigo te regaló. Además de relajarte y pasar un buen momento, seguramente obtendrás enseñanzas que te ayudarán a ser mejor el próximo año.
Lo mismo ocurre con tus programas favoritos: estos días pueden ser ideales para ver las temporadas de tus series que, por falta de tiempo, no has podido completar.
Ejercitarte es bueno para tu salud, humor y concentración. Practica algún deporte que realmente disfrutes, ya sea unas clases de zumba o de yoga, correr por el parque, andar en bicicleta, nadar, etcétera. La idea es que lo disfrutes y que al mismo tiempo fortalezcas tus músculos y huesos que probablemente pasaron buena parte del año sentados incómodamente frente a tu pantalla.
Nuevamente, no pasará nada si te ausentas un día, un fin de semana o una semana completa. Antes de tomarte vacaciones, indica a tus clientes y empleados que estarás fuera de alcance durante ciertas fechas y que sólo deben comunicarse contigo en caso de emergencia. Asimismo, es básico que definas qué es urgente e intentes limitar al máximo ese listado. Evita la tentación de revisar tus emails, contestar a todas las llamadas y responder a los mensajes.
Para los que vivimos en las grandes ciudades, un respiro de aire fresco puede cambiar completamente nuestra perspectiva y humor. Aprovecha estos días para ir a parques o zonas naturales cercanas a ti; te sorprenderás de la cantidad de espacios como éstos en metrópolis como la Ciudad de México. Por mencionar algunos, están el Bosque de Chapultepec (al fondo de la 1era sección, sobre todo entre semana, hay gran tranquilidad), los Dinamos en la Delegación Magdalena Contreras o el Bosque de Tlalpan. En estos parajes podrás relajarte e inspirarte para estar a solas contigo mismo y encontrar buenas ideas.
El ejercicio de la escritura no sólo puede resultar tranquilizante, sino también una pequeña terapia para disminuir el estrés y desatar tu creatividad. Escribe en tu computadora o en un cuaderno acerca de las mejores experiencias que tuviste este año y cuáles son tus sueños para el siguiente. Poner las cosas por escrito las hace un poco más reales; además, quizás te des cuenta que puedes convertirlo en un hábito y que es una excelente idea abrir un blog para promoverte como emprendedor o experto en tu industria.
El fin de año es una buena época para reflexionar. Aprovecha este impulso para escribir a mano tarjetas en las que agradezcas a todas las personas que te ayudaron a alcanzar tus objetivos durante este año. Puede ser desde a tus colegas y socios, hasta a tus familiares, amigos, personas del servicio, proveedores, etcétera. Al seguir esta técnica lo más probable es que descubras que existe mucha gente que te apoya y facilita la vida.
Sí, probablemente tengas un presupuesto muy ajustado y tu negocio está absorbiendo todo tu capital. La idea no es endeudarte o gastar de más, sino darte un pequeño agradecimiento y una recompensa por lo que trabajaste este año. Piensa en una cosa que realmente desees y regálatela.
No suena a lo más divertido del mundo, pero probablemente hay cosas en tu hogar que no funcionan bien y que no has tenido tiempo para arreglar. Hacerlo mejorará tu productividad y humor en los siguientes meses, y quizás hasta descubras que era mucho más fácil que lo que esperabas. También puedes arreglar cajones y tu closet, para deshacerte de las cosas que ya no usas y dárselas a los más necesitados.
Como emprendedor, seguramente encuentras divertido tu trabajo: al fin y al cabo estás haciendo lo que querías, ¿no? Aunque si bien dicen que si haces lo que te apasiona no trabajarás uno solo de tus días, lo cierto es que por perseguir este sueño has tenido que sacrificar algunas cosas que te divertían. Usa estos días para retomarlas; ya sea salir con tus amigos, jugar futbol, salir a algún destino cercano, visitar un museo, leer un comic, hacer un rompecabezas, ir al cine, jugar videojuegos o lanzarte de un paracaídas. Cualquier actividad que realmente te emocione.