Los niños o adultos jóvenes aprovechan su imaginación y falta de miedos para darle forma a sus ideas. Son muchas las historias de niños emprendedores que hoy día podríamos nombrar. Desde Maddie Robinson, inventora de los Fish Flops, que alcanzó el millón de dólares a los 14 años, hasta Caine, aquel niño de 9 años que ante la precaria situación de sus padres generó un negocio de 80.000 dólares ideando una especie de “parque de atracciones” con cajas de cartón.
Las 4 historias que mostramos a continuación, fueron recogidas por la BBC. Pertenecen a niños que por unos momentos tuvieron un pensamiento empresarial adulto, y que hoy día son empresas muy sólidas que dan trabajo a algunas personas.
1. Leanna Archer. Productos para el cuidado del cabello.
Esta joven emprendedora de Nueva York comenzó a fabricar productos para el cuidado del cabello desde casa con la idea de ayudar a su familia econonómicamente. Hoy, su empresa, Leanna’s Inc, factura en torno a los 500.000 dólares anuales.
Su primer producto se basaba en una receta de su abuela haitiana. Dice que mucha gente que ella conocía le preguntaban qué se echaba en el pelo para tener ese cabello tan bonito. Todo el mundo quería usar lo que ella usaba, y en ese momento se le encendió la bombilla, y pensó que sería buena idea fabricar la receta familiar para el cabello y venderla a la gente.
Dio muestras gratuitas a la gente y posteriormente volvieron a por más. El producto era bueno. Aquello que comenzó como una forma de ganar un dinero extra, hoy día es una empresa muy rentable que da trabajo a 8 personas. Esta niña tiene 18 años actualmente.
2. Anshul Samar – el genio de la química.
La pasión de Anshul Samar era la química, una asignatura que parecía que al resto se le hacía cuesta arriba. A los 12 años se le ocurrió la idea de hacer un juego para el aprendizaje de la química. Durante dos años le dio forma a un proyecto llamado Elementeo, que básicamente era un juego de cartas con los elementos de la tabla periódica.
A los 14 años lo sacó a la venta. Probó con 5.000 juegos para comenzar, y rápidamente se agotaron. Entonces hizo una segunda versión más completa y también desarrolló la App Elementeo.
Samar asegura que debido a una enfermedad pulmonar que padecía cuando tenía 13 años, sentía que no tenía nada que perder, incluso si fallaba en su idea. En la actualidad, este joven se encuentra estudiando en la Universidad de Stanford. Desconocemos la facturación y beneficios obtenidos por sus negocios, pero sin duda, le ha generado el dinero suficiente como para pagarse la universidad y mucho más.
3. Ludwick Marishane – El jabón seco.
No todo el mundo puede darse el lujo de ducharse en condiciones. Eso lo sabe bien Marishane, nacido en Sudáfrica, un lugar donde millones de personas deben bañarse con el agua en un cubo. Con 17 años pensó en inventar un reemplazo para el agua y el jabón, por lo que pensó en un gel, pero el gel hacía demasiada espuma y continuaba la necesidad de aclarar ese gel.
Por ello creó el jabón seco, DryBath, un jabón que sólo necesitas limpiar la piel con un trapo para conseguir que se vaya la suciedad. Mientras permanezcan los problemas de agua en el mundo, ciertos mercados tercermundistas son el mercado potencial de ese joven emprendedor.
4. IIwad Elman – la emprendedora social.
Elman nació en Somalia, donde su padre fue asesinado cuando ella tenía 3 años, por lo que su familia decidió irse a Canadá. Pero cuando tenía 19 años, decidió volver a Somalia para ayudar sobre todo a las mujeres.
Según la BBC, esta joven emprendedora ha ayudado a más de 1.600 mujeres a crear sus propios negocios, una tarea nada sencilla en un lugar como Somalia. Así mismo, su organización brinda asesoramiento, educación y servicios médicos. Su mayor lucha: “ayudar a las mujeres víctimas de asaltos sexuales”.
Su mayor desafío: cambiar la forma de pensar de los líderes de aquel país, donde no suelen soportar la idea de una mujer joven competente tratando de trasmitir este tipo de mensajes esperanzadores hacia las mujeres.
Es un caso similar al de Leila Janah, probablemente la mejor empresaria del planeta.
Todos estos jóvenes, al inicio de su negocio, dicen haber tenido el mismo inconveniente, y es que nadie les tomaba en serio y pensaban que era un capricho más. Hoy día, ya nadie duda de que hablaban muy en serio cuando dijeron que querían ser empresarios.
Fuente:negocios1000.com,2014.