Si dejar la comodidad de tu salario y los beneficios de ser empleado para emprender te mantiene despierto por las noches, tal vez iniciar un negocio de medio tiempo sea una mejor alternativa para ti.
Y es que empezar de a poco reduce tu riesgo porque no consume tu tiempo ni implica la inversión considerable de capital, tampoco compromete tu patrimonio o agota tu crédito bancario, además de que permite que tu empresa evolucione y vaya creciendo gradualmente sin presiones, dice el doctor Luis Miguel Beristain Hernández, director del Instituto de Emprendimiento Eugenio Garza Lagüera en la zona metropolitana de la Ciudad de México del Tecnológico de Monterrey.
Aún así, existen algunas desventajas: tienes menos tiempo para promocionarte, idear estrategias y construir tu base de clientes. Y como no podrás responder llamadas o correos de tus consumidores la mayor parte del día (porque estarás ocupado con tu trabajo o demás actividades que realices), tus prospectos podrían sentir que no estás dándoles la suficiente atención o rapidez para resolver sus inquietudes sobre tu producto o servicio.
Pero no te asustes. Aunque balancear las responsabilidades de tu familia y de un empleo con las de tu faceta emprendedora no es fácil, tampoco es imposible. Arnold Sanow, coautor de Inicia tu propio negocio, explica que debes tener excelentes habilidades de manejo de tiempo, autodisciplina y apoyo de tu familia y amigos para lograrlo. Otro de los aspectos cruciales: tu compromiso.
“No pienses que como ya tienes un trabajo y un sueldo no necesitas esforzarte en tu negocio”, dice el autor. “Debes tener un plan de acción”.
Toma nota de los siguientes tips que los expertos recomiendan para llevar al éxito tu negocio de medio tiempo sin descuidar los demás aspectos de tu vida cotidiana.
Mercado
Empieza por hacer un exhaustivo análisis del potencial de tu idea o proyecto. Investiga factores como la competencia de la industria en la que pretendes ingresar, el nivel socioeconómico y demográfico que existe en la zona donde quieres operar así como el de tus clientes potenciales, y su disposición a adquirir lo que ofrecerás.
La mayoría de las veces este paso por sí mismo te ayudará a determinar si deberías empezar tiempo parcial o completo. Ojo: no permitas que tu pasión nuble tu visión de la realidad. Si por ejemplo descubres que hay una verdadera demanda por tu producto o servicio y que nadie la está cubriendo con ese valor agregado que tú propones, y que existe una base documentada de compradores ansiosos por tu oferta, entonces lánzate y emprende. Si por el contrario las evidencias arrojan que el consumidor no está tan listo para lo que tienes en mente, pero que quizá en el corto plazo lo estará (con la correcta estrategia de marketing y de desarrollo del negocio), quizá sea mejor que inicies de medio tiempo para ir proban- do el mercado.
También debes ser flexible, pues es muy probable que la primer versión de tu producto o servicio no sea tan acertada y tengas que hacer ajustes (pivotes) para adaptar tu oferta a lo que busca tu público meta, como sucede con la mayoría de los negocios. No te desanimes. Aprende a encontrar pequeños indicadores de éxito para mantenerte motivado. Seth Godin –gurú del marketing– advierte que el éxito suele llegar seis años después de trabajar duro.
Finanzas
Antes de emprender, calcula el capital mínimo que requieres para montar tu negocio y cuál es tu capacidad de inversión. Considera factores básicos como: tu sueldo (si lo percibes), tus ahorros, la posibilidad de que tu familia o amigos te ofrezcan préstamos o financiamiento para tu negocio, o si tu pareja u otro familiar con el que vivas puede apoyarte con los gastos regulares mientras despega el negocio.
Una vez que determines si hay demanda e investigues estos datos, haz proyecciones financieras para mantenerte en el camino correcto, y detalla las metas y estrategias que seguirás en un plan de negocios. No descartes hacer todo esto aunque empren- das en tus ratos libres; una buena planeación te permitirá hacer la transición de un esquema de medio tiempo a uno de tiempo completo en el futuro.
“Puedes hacerlo muy sencillo”, asegura Beristain, del Tec de Monterrey. “Basta con un par de páginas en las que respondas preguntas como: qué quieres vender, cuánto te costará producirlo, a quiénes les venderás, cómo vas a llegar a ellos, cuánto te costará adquirir clientes nuevos, si necesitas empleados y cuánto les pagarás, y qué te va a diferenciar”. Al final, definir estos aspectos clave y conocer los números del negocio te ayudará a descubrir si tu proyecto es o no rentable (después de pagar impuestos, claro).
En tu plan de negocios también debes incluir cuántas ganancias esperas obtener y los plazos en los que pretendes alcanzarlas. Con este análisis podrás saber si necesitas mantener un ingreso fijo fuera de tu emprendimiento para soportar el desarrollo del mismo, o si cuentas con los suficientes recursos para cubrir de seis meses a un año de gastos para las prioridades financieras de tu proyecto.
¿Cómo saber cuándo renunciar a tu empleo? Una buena regla, según Andrew Sanow, es esperar hasta que tu negocio genere ingresos equivalentes de al menos el 30% de tu sueldo actual. Beristain, por su parte, considera que el momento ideal es cuando tu emprendimiento genera las utilidades suficientes para mantener tu estilo de vida actual, verificando que esas ganancias tienen potencial de crecimiento a futuro, por encima de la inflación y después de impuestos.
Otra de las metas que debes perseguir es que, al final, tu negocio pueda funcionar y generar rendimientos sin que estés presente. De esta manera, conseguirás esa anhelada libertad de tiempo.
Si emprendes mientras trabajas…
Sólo tú puedes analizar la situación, pero en la mayoría de los casos es mejor hacerle saber a tu jefe que estás empezando un negocio de medio tiempo. Mientras no interfiera con las actividades de tu empleo, te haga in- cumplir tus responsabilidades o baje tu productividad, a muchos no les parecerá mala idea.
Analiza abiertamente junto con tu empleador los conflictos de interés potenciales en los que podrías incurrir. Ganarás puntos por ser honesto en vez de hacerlo sentir que tienes algo que esconder.
Un tip más: evita hacer llamadas o utilizar el equipo y suministros de tu lugar de trabajo para fines de tu negocio.