Stacey Cunningham tiene 43 años y hoy se coloca como la principal responsable de La Bolsa de Nueva York.
Inició como becaria en 1994, después se convirtió en trader en el piso de remates de una de las plazas más importantes del mundo.
En 1996 se convirtió en VP de Bank of America, luego, en 2007 ocupó la posición de Capital Market director en la Bolsa de empresas tecnológicas Nasdaq.
Desde 2012 trabaja en el New York Stock Exchange (NYSE), ha ocupado cargos en el área de gobierno corporativo y desde 2015 se desempeñaba como directora operativa.
Esta semana, fue nombrada la nueva titular de la principal plaza financiera de Wall Street. Es la primera mujer presidenta de la bolsa, que tiene operando más de 200 años, desde su fundación en 1816.
Hay más de 2,400 empresas listadas en la Bolsa de Nueva York, su volumen de operación diario rebasa los 123,000 millones de dólares, es la bolsa con más capital líquido en el mundo.
“Hay muy pocas mujeres en las finanzas, hay pocas mujeres en la tecnología. Es un sector, que no ha cambiado tan rápidamente como se ha hecho en otros sectores”, dijo la ejecutiva en una entrevista televisiva tras su nuevo nombramiento.
Stacey Cunningham se ha confesado una gran admiradora de Muriel Siebert, la primera mujer que se desempeñó como trader en Wall Street en 1967. Ella fue quien instruyó el primer baño para mujeres en la bolsa de Nueva York, que consistía en una cabina telefónica improvisada.
Además de ser una reconocida ejecutiva financiera, Cunningham es una chef formada en el Instituto de Educación Culinaria de Manhattan, incluso el diario Financial Times realizó un reportaje en 2017 acerca de esta habilidad ‘insospechada’ de quien era entonces la segunda al mando del mercado de Nueva York.
“Cuando trabajas en una cocina, tienes que comunicarte bien, a veces tienes que cumplir tiempos que parecen imposibles. Eso lo tiene en común la cocina con los mercados”, dijo.
Contenido original escrito para Forbes Women