Continuando con las clases para emprender, y ya habiendo estudiado algunas metodologías para identificar ideas de negocios, vamos a la segunda etapa (para algunos, sería la primera realmente) para iniciar una actividad emprendedora con altas probabilidades de éxito: la creación de un modelo de negocios.
Los modelos de negocio son herramientas metodológicas (basada en un método o un sistema) que permite identificar un problema, un nicho de mercado y los elementos necesarios para llevar a la práctica una actividad comercial o emprendedora, todo ello, desde un punto de vista conceptual (sin entrar aún en los elementos relativos a los números del negocio, lo cual requiere de una investigación y/o formulación mayor que se encuentra en el Plan de Negocio).
Si buscamos una metáfora sencilla, el modelo de negocios es el bosquejo inicial de una construcción por parte de un arquitecto. Faltan los cálculos y los mapas de la ingeniería civil (servicios). O la visualización, de un plato de cocina, combinando sabores, materias prima, condimentos, instrumentos necesarios, método de cocción, resultado esperado, clientes potenciales. No implica saber con exactitud la cantidad de cada uno de estos, ni los tiempos necesarios para llegar al nivel óptimo (eso vendrá con posterioridad).
Entonces, el modelo de negocio es una aproximación estructurada (basado en una metodología) que permite visualizar una idea de negocio en su contexto real, lo que incluye a sus posibles clientes, modos de ingresos, requisitos para llevarla a cabo, entre otros aspectos a tomar en cuenta antes de iniciar un negocio o en el análisis del rendimiento de un negocio activo.
Es un medio para estar claro de lo importante de la actividad del negocio, por encima de lo urgente o el día a día, y es necesario volver a revisarlo, para evaluar o medir si se están cumpliendo con los objetivos planteados.
El seguir estas metodologías, permiten al emprendedor ahorrar recursos o experiencias negativas, que son necesarias (bajo la premisa del ensayo y el error), pero reduciendo su frecuencia, lo cual significa que su emprendimiento será exitoso o por lo menos, podrá mantenerse en el tiempo, más que cualquier otra iniciativa, que no emplee un Modelo de Negocio.
Actualmente, existen cuatro modelos de negocios útiles para emprendedores, y que están en boga: El Modelo Canvas, el Sistema de Lean Startup, el Lean Canvas y el Costumer Development. Y nosotros apostamos por una mezcla entre los dos últimos, como la metodología más útil, para identificar una idea de negocios y convertirla en un negocio real y viable.
De estos cuatro métodos (que estudiaremos cada uno en su propia clase), se obtiene cuatro características que debe tener cualquier metodología que procure ayudar a un emprendedor, a iniciar en sus actividades comerciales:
Bien sea a través de módulos o de ciclos, claramente definidos, tratan de crear un marco que pueda ser accesible con palabras o dibujos fácilmente por parte del emprendedor, para que puedan constituirse como un “mapa del tesoro” o los pasos secuenciales que hay que mantener para lograr los objetivos.
A diferencia de un Plan de Negocios, los modelos se basan en hipótesis y prácticas, por lo cual, la investigación de mercado (un proceso más lento y costoso) y/o el segmento de finanzas (que requiere cálculos del ROI y otras métricas numéricas), son elementos que pasan a una segunda etapa, es decir, cuando se ha seleccionado el problema, el segmento, la solución y se tiene una idea más clara y precisa de los elementos mínimos necesarios para empezar a operar. Desde ese momento, un cálculo financiero será más sencillo y preciso, al haber detectado los requisitos para su ejecución.
Por lo cual, todas estas metodologías se basan en elementos identificables en etapas embrionarias del emprendimiento o negocio, y logran en su conjunto la características de rapidez para su llenado.
Cada uno trata de innovar en un aspecto, sin dejar de reconocer la valía de la otra metodología, por lo cual, todas ellas destacan un aspecto que otra no.
La selección de una sola, pudiera dejar por fuera fragmentos importantes, pero el uso de todas, mataría el concepto de sencillez y el de rapidez, ya que habría que adentrarse en cada metodología, para entenderla, mientras, el tiempo y las oportunidades pasan de largo.
Por ello, explicamos las cuatro y recomendamos que se empleen como máximo dos al mismo tiempo, ello para lograr un estudio más amplio de todos los componentes de la propuesta de negocio, pero sin necesidad de invertir largas jornadas en componentes metodológicos.
Todos ellos, buscan la posibilidad de crear mejoras en “tiempo real”, es decir, están visualizados para que puedan sufrir mejoras o modificaciones, según la realidad del mercado vaya creando condiciones diferentes a las inicialmente pensadas o visualizadas por parte del emprendedor.
Como conclusión, definimos a los Modelos de Negocios, como aquellas metodologías que nos permiten de forma más clara y sencilla identificar ideas, necesidades y modos de unir ambos conceptos (idea-necesidad-solución), para lograr una actividad autosustentable económicamente hablando.
En las siguientes clases, profundizaremos en cada uno de las metodologías para crear Modelos de Negocio.